El escribano Profano

El escribano Profano
El escribano Profano

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Un día

Un día volverás, te sentarás frente a mí,
y me dirás cómo fueron los días que estuviste lejos;
y sabrás, con certeza, que debiste quedarte
"Cuando ese día llegue, tomare de tu mano
y solo te diré: oye gracias por cruzarte en mi camino
y que te hallas echo de ladito por que cuando te fuiste otros llegaron
mi mal humor aguantaron y no se alejaron "
Por que la vida es así, hoy te puede dar todo o tal vez quitártelo pero te dejará lo experimentado...


 

domingo, 27 de diciembre de 2015

Rígor Mortis


Y un día él se prometió no volver a soñarla,
y como era un hombre de palabra;
nunca más volvió a dormir.
Días después lo encontraron ahogado en su insomnio, 
inmovil, con los ojos abiertos,
y con una sonrisa casi tatuada
que sólo hablaba de ella.



sábado, 26 de diciembre de 2015

Epitafio para un poeta


Quiso cantar, cantar 
para olvidar 
su vida verdadera de mentiras 
y recordar 
su mentirosa vida de verdades.


viernes, 25 de diciembre de 2015

Propósitos De Año Nuevo

Cualquier excusa es buena para tomar y olvidarte.
Mi excusa de anoche fue la celebración de Navidad...
Mañana pensaré en otra.


lunes, 21 de diciembre de 2015

Día 354



Noches hubo en que me creí tan seguro de poder olvidarla 
que voluntariamente la recordaba. 
Lo cierto es que abusé de esos ratos; 
darles principio resultaba más fácil que darles fin.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Día 353





























"Nosotros ya estábamos rotos
desde antes de conocernos,
mucho antes de amarnos,
mucho antes de dolernos.
Y a pesar de todo te doy 
la libertad de culparme 
de todas las grietas que llevas."

viernes, 18 de diciembre de 2015

Insomnio




Ya va más de un mes de noches de insomnios
Y todo por la culpa
Del dulce café 
... De sus ojos. 

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Si tú me olvidas





Quiero que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

Autor: Pablo Neruda

domingo, 13 de diciembre de 2015

Soneto LXXIX

De noche, amada, amarra tu corazón al mío
y que ellos en el sueño derroten las tinieblas
como un doble tambor combatiendo en el bosque
contra el espeso muro de las hojas mojadas.
...
Nocturna travesía, brasa negra del sueño
interceptando el hilo de las uvas terrestres
con la puntualidad de un tren descabellado
que sombra y piedras frías sin cesar arrastrara.

Por eso, amor, amárrame el movimiento puro,
a la tenacidad que en tu pecho golpea
con las alas de un cisne sumergido,
para que a las preguntas estrelladas del cielo
responda nuestro sueño con una sola llave,
con una sola puerta cerrada por la sombra.

Autor: Pablo Neruda


viernes, 4 de diciembre de 2015

Volverán las oscuras golondrinas.




Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
pero aquéllas que el vuelo refrenaban
Volverán las tupidas madreselvas
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
sus flores se abrirán;
de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
ésas... ¡no volverán!
pero aquéllas, cuajadas de rocío, cuyas gotas mirábamos temblar y caer, como lágrimas del día...
tal vez despertará;
Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón, de su profundo sueño pero mudo y absorto y de rodillas,
¡así no te querrán!
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!